Cindy Erazo, de 29 años, de San Salvador, recibió libertad condicional el miércoles después de seis años en la cárcel.
Morena Herrera, directora del Grupo Ciudadano para la Despenalización del Aborto, dijo que Erazo, que tiene un hijo de 10 años, tuvo una emergencia obstétrica cuando estaba embarazada de ocho meses. Fue acusada de intentar poner fin al embarazo y acusada de homicidio agravado. Un año después de su condena, su sentencia fue reducida a 10 años.
Decenas de mujeres han sido condenadas por homicidio involuntario, homicidio y homicidio agravado después de tener abortos espontáneos, mortinatos y otras emergencias obstétricas desde que El Salvador introdujo una prohibición total del aborto en 1998.
Algunas mujeres han sido liberadas de la cárcel después de que sus condenas hayan sido anuladas o se hayan reducido las sentencias, tras una campaña acérriva de los grupos de derechos de las mujeres.
Pero una de las mujeres liberadas el año pasado, Evelyn Hernández, entonces de 21 años, a quien se le anularon los 30 años en un nuevo juicio, podría enfrentar un tercer juicio mientras los fiscales tratan de anular su absolución. Fue acusada de matar a su hijo muerto.
Se entiende que más de 18 mujeres siguen en prisión por delitos relacionados con el aborto.
El presidente del país, Nayib Bukele, que asumió el cargo en junio del año pasado, se ha comprometido a legalizar el aborto cuando la vida de una mujer está en peligro, y ha declarado que ninguna mujer debe ser encarcelada tras emergencias obstétricas.
“Hoy celebramos la libertad de Cindy, quien fue condenada a 30 años de prisión bajo la base de falsas acusaciones”, dijo Herrera. “Su libertad confirma que la justicia es posible si unimos nuestras fuerzas y nos da esperanza para la libertad de otras mujeres”.
Paula Avila-Guillén, directora ejecutiva del Centro de Igualdad de la Mujer, dijo: “El caso de Cindy pone un foco internacional en la terrible realidad de la prohibición extrema del aborto de El Salvador, y la cultura insidiosa de perseguir a mujeres inocentes que perpetúa.
“Mientras Cindy finalmente está libre, más de 18 mujeres inocentes están actualmente en prisión que deberían ser liberadas inmediatamente. Muchas de estas mujeres tienen familias esperándolas, y los niños se ven obligados a sobrevivir sin sus madres. Ahora más que nunca, en el contexto de una pandemia mundial mortal, es imperativo que el presidente Bukele y los tribunales liberen a las mujeres encarceladas bajo esta cruel ley”.